sábado, 6 de octubre de 2012

06 de Octubre, dos meses y mas vida, mas felicidad....

Aun en Colombia, levantándome y acostándome con el sol entre mi vida, aun no me acostumbro a ti sol, pero me gusta contemplarte cuando te duermes entre las montañas o bajo el mar.

Ya son dos meses, y ya comienza el tercero, octubre que aun llevas la primavera allá en Chile.
Mi familia esta bien, aveces un poco resfriados con tanto frío,  carola gordita con su nueva barriga, franco, mi sobrino, aun pensando en que yo ando arriba del avión, y cuando la lluvia cae acá en Santa Marta, me acuerdo mas de ustedes.Los quiero.

Ya visite la ciudad de Barranquilla, a dos hora de Santa Marta fue un motivo muy especial el que me llevo allá  una ciudad algo mas organizada y  avanzada que Santa Marta, en el transporte; ya no son busetas con las puertas abiertas como en Santa Marta, es un transmetro, algo parecido al transantiago en Chile, algunos grados menos de calor, algo mínimo  los mismos puestos de frutas y jugos, se ve uva chilena en uno de ellos, y avanzando por las calles nos da calor y tomamos un coco frió, exquisito, luego cuando la sed vuelve me dicen tienes que probar la "chicha" y yo pensando en Chile, allá la chicha es una bebida que contiene unos poquitos grados de alcohol, elaborada con medios artesanales y se obtiene de la fermentación de distintas frutas, pero acá en Barranquilla era un exquisito refresco, de sabor dulce, sin nada de alcohol y mi paladar  ya lo iba degustando  y decia; sabe MUY SABROSA y refrescante esta chicha de Baranquilla.

También visite Minca,por ahí leí esto ;"paraíso ecológico de la sierra nevada de Colombia", un pequeño pueblo a solo 14 kilómetros de Santa Marta, exactamente media hora.Aquella tarde de día sábado cuando abandonábamos Santa Marta y el calor nos perseguía sin darse por vencido, ya estábamos listo para la aventura, 6 motos y 6 personas, ¿en moto a Minca? fue nuestra interrogante, pues así era, y ya avanzábamos  a conocer Minca, íbamos tan rápido como escapando de aquel calor, y era difícil creer que hace unos 10 minutos estábamos con casi 35 grados de calor, y ahora mi cuerpo solo sentía unos 24 grados, tenia frío, y me sentía como en Chile, y para sentirme mas cerca de mi país, el cielo derramo sus lagrimas sobre nosotros, lluvia ¿que mejor?, todos llevábamos una sonrisa, la cual nos acompaño en todo el viaje.

Luego llegábamos a Minca, mojados y curiosos, estábamos como en el ombligo de la naturaleza, rodeado de montañas, arboles, ríos, y mas.

Entonces buscábamos donde pasar aquella fría noche, Hostal Colonial se llamaba, según el mapa, estaba lejos de nosotros, y alimentábamos el estomago antes de caminar hacia allá, y cuando terminábamos de comer, el sol desaparecía y tendríamos que caminar de noche.

Estaba oscuro y a ratos llovía, hacia un poco de frío y  la naturaleza nos acompañaba silenciosamente, 20 minutos caminando y llegábamos , un acogedor lugar donde descansaríamos.

Al otro dia un desayuno junto a la naturaleza y una larga caminata; unas hermosas cascadas nos esperaba,  fue un recorrido con lluvia y mas lluvia, y con calor.Y así es Minca, un lugar para cerrar los ojos y desconectarse , hermoso lugar que no se debe dejar de visitar.Y por supuesto habrá un segundo, esta vez, me gustaría visitar la sierra nevada.

Vuelvo a visitar Taganga, la pequeña caleta de pescadores, pero esta vez voy a cumplir mi pequeño sueño, hacer snorkeling o caretear. El primer día caminábamos con el sol gigante a unas de las ultimas playas a las cuales puedes acceder vía terrestre, subiendo montañas entre la naturaleza y abajo el mar, mis ojos no podían gravar todo en la mente, aquellos rincones y paisajes hermosos, así que fotografiaba.

Al segundo día, decidíamos ir en un bote hacia otra playa cercana a la anterior, nuevamente los mismos paisajes hermosos, el agua transparente y arena blanca.

Estaba lista, con la careta y el tubo puesto para observar el fondo del mar, y no me quedaban palabras para expresar aquel momento, algo tan cotidiano para los costeños, era algo tan FASCINANTE para mi, quería quedarme toda aquella tarde observando aquellos peces, algunos grandes, con colores aveces amarillo, azul, con rayas, algunos pequeños, delgados, algunos iban en compañía de otros peces, otros escapándose de mi, otros parece que dormían y unos erizos gigantes.Iba y venia, no quería irme de aquel lugar, porque mi sonrisa  en aquel fondo del mar, era distinta, mi emoción igual.

¿Y la gente como es?, en su mayoría , ya lo he dicho, alegres, relajados,acogedores, trabajadores en lo que sea, y observo aveces esas caras agotadas, pero nunca tristes, felices con poco y nunca necesitan un motivo para hacer sonar la música  no necesitan motivos para estar en un bar bebiendo cerveza, no necesitan organizar un día a la playa, porque esta a sus pies, de día de noche no importa simplemente así es la vida, y para eso esta hecha, para disfrutarla y  con ese sol alegre que los acompaña todo el año.

Vallenato es el ritmo que mas escuchan, cantan y bailan, pero mira como bailan; con un sabor que no deja de asombrarme, un ritmo innato  ellos mismo lo reconocen y me dicen que desde el vientre de su madre lo aprenden.

Y bueno parece que es verdad la frase "Santa marta, la magia de tenerlo todo", tener ríos  montañas, sierra nevada, playas, y tener tantas culturas dentro de una sola. y sera cierto también la frase; " el único riesgo es que no te quieras volver"....


Y así se pasaban dos meses, con alegría siempre...

sábado, 25 de agosto de 2012

25 de Agosto, un mes

Un mes, y el tiempo vuela tan rápido como la brisa que sopla por las noches, es Agosto, pero septiembre ya quiere asomarse, y quizás extrañe pasar septiembre fuera de Chile, quizás extrañe la primavera, ver florecer una a una las flores, y colorear todo de verde, quizás extrañe no pasar mi cumpleaños junto a mi hermana melliza, ella allá y yo acá  en unos días mas estaremos cumpliendo años separadas por primera vez, después de 24 años juntas, saboreando un rico y gigante  pastel hecho por mamá, siempre era así.

Un mes, y la tormenta se deja caer constantemente, es tan rápida que pronto viste al cielo de color gris, y luego luces y ruidos , y la lluvia cae sobre la gente y sus vidas.Las calles, ya no son calles, son gigantes ríos, un caos para cualquiera, para mi ni no, pero acá la vida no esta preparada para recibir a la lluvia con una sonrisa, por eso la gente se esconde en sus hogares, se esconden de la lluvia y esperan su bello sol.

Un mes, y comienza mi labor,  la razón por la que estoy aquí, primero un colegio con niños con piel morena, felices, cariñosos, y curiosos.Luego otro colegio y el definitivo, donde estaré los 3 meses que vienen. Aquí niños piel blanca, cabello color oro algunos, sensibles y muy pequeños, era otra realidad, pero son los mismos niños felices en todos lados.
Muy temprano por la mañana es la misma merienda en ambos colegios, los pequeñines comiendo algún trozo de pizza, o rosquillas de queso, o deditos de queso (masa frita envuelta en queso), o una arepa, y bebiendo la famosa pony malta (sabe mala,dulce pero amarga a a vez), no es la mejor alimentación, para nada, parece no existir el concepto de alimentación saludable, solo un pequeño trozo de fruta en su merienda basta.

Un mes, y los jugos naturales se vuelven lo mejor del caribe, con esas sabrosas frutas tropicales,con distintos colores, formas, sabores. Se puede pedir para tu boca, un jugo de lulo tal vez, de zapote, de maracuya, uno de mis favoritos, guanaba, tomate de árbol, nispero, papaya (gigante), mango,mandarina fresas, mora, piña, un paraiso de frutas.

Un mes, y el ventilador sigue encendido, el calor sigue en mi cuerpo, no logra adaptarse y tampoco no logra dejar de discutir con este sol, tan gigante, y tan duradero que ni de noche deja de calentar los corazones, y que me hace madrugar junto a el a las 6 de la mañana o quizás unos minutos antes.Es un sol que insiste en que lo ame, y no quiero amarlo porque después lo extrañare.

Un mes, acá donde el sol nunca se va...





viernes, 17 de agosto de 2012

17 de Agosto, Idas y vueltas.

Alzaba mi mano y se detenía un taxi, pedíamos el destino y con aire fresco marchábamos dentro de este medio de transporte, era agradable, cómodo y aveces una buena conversación con el conductor nos permitía ir conociendo un poco mas la ciudad, el viaje era corto, ya llegábamos al corazón de la ciudad.

Pasado el tiempo, alzaba mi mano, pero esta vez me subía a una buseta, un bus pequeño que tenia su recorrido dentro de la ciudad. Subía pagaba el pasaje y me sentaba en una pequeña asiento, la puerta siempre abierta, permitía entrar al viento, tenia capacidad para unas 14 personas sentadas, el viaje era largo y ya llegábamos al corazón de la ciudad.

A las tres semanas alzaba nuevamente mi mano y por las mañanas bien temprano, los días de la semana, me subía a una moto, con un poco de miedo elegía la mas segura y la detenía frente a mi, pero vestida con cara de una Samaria, le indicaba mi destino, me prestaba un casco, y me iba al colegio, volábamos, y como pequeñas hormigas nos introduciamos entre los autos, quería cerrar mis ojos y no ver nada, ya me iba acostumbrando y como sabia el lugar de destino, no temía que me llevara a un lugar equivocado.

Por las tardes, después de salir del colegio donde voy a hacer mis practica profesional, me ofrecían venirme en una buseta escolar, eran las 12:30 y ya estaba afuera en busca de la buseta escolar, y el sol amenazándome desde lo alto, me obligaba a soplarme con mi propio viento, subía , entraba y me sentaba.
Era divertido, los niños de primaria que ya estaban en sus puestos, me buscaban las palabras, y me preguntaban sobre mi país, impresionados, y atentos me escuchaban, y con un montón de preguntas para mi.

Mirando por la pequeña ventana cada rincón de este corto destino, ya me avisaban que debia abandonar esta buseta, y me tocaba caminar casi tres cuadras de sol, llegaba agotada solo por ese trayecto, el sol me debilitaba , y en casa el abanico ya encendido me acompañaba toda la tarde...

miércoles, 15 de agosto de 2012

15 de Agosto, tres semanas

Veo el calendario y sin darme cuenta ya iban tres semanas pasando en silencio, tres semanas de sol, de cosas nuevas, de paisajes nuevos, momentos nuevos, amaneceres nuevos y mucho mas.

Ya conozco un lugar llamado Taganga, es hermoso, y disfruto el agua de la playa a las 2 de la madrugada cuando solo alumbra la luna, o durante un dia domingo cuando solo alumbra el sol, amo el agua, la playa, es mi lugar favorito, y pronto quiero aprender a sumergirme a varios metros bajo el mar, es uno de mis sueños, y espero poder cumplirlo antes de regresar.Quedan mas hermosas playas por conocer, ojala que mi tiempo me permita visitarlas a todas.

Un domingo me subo a un kayak, y rodeada de agua vamos remando, yo y mi amiga francesa, una chica de tez blanca, y simpática que conocí acá en el apartamento, estábamos felices, aunque mi pie haya sangrado por una roca que me lastima sin avisarme, llegamos a la arena blanca y secamos el cuerpo bajo el sol...Llega la tarde y el aire por fin es fresco, y de pronto el sol se comienza a despedir con un reflejo sobre el agua.

Ya van tres semanas y no se detienen aquí.

viernes, 3 de agosto de 2012

03 de agosto, cosas que extraño

Ya son las 12:58, (hora colombiana), hora de colación acá, los ventiladores dando vueltas bajo un techo de la universidad, con vista hacia áreas verdes, y pajaritos cantando, asi es el campus de la universidad, hace calor, siempre.

Pienso en el listado de cosas que extraño; son detalles nada más; extraño un poco de frio, extraño el estar al lado de una estufa, abrazar bien apretado para no sentir frio, acá no necesito abrazos, extraño la voz de mi sobrino, extraño sus "pataletas", extraño el pan amasado recien saliendo del horno con mantequilla derretida, extraño una sopa caliente, extraño andar con zapatillas, extraño su voces, extraño simples cosas, lo sé....Pero estoy Feliz acá, ya va una semana y espero empezar acostumbrarme a  no discutir con este sol ....

martes, 31 de julio de 2012

31 de Julio, lluvia

A las 6 de la mañana abro mis ojos, el calor ya empieza a recorrer mi cuerpo, vuelvo a dormir, es muy temprano para levantarme, luego son las 8 de la mañana, sigue siendo temprano, duermo de nuevo y ya me dan las 8:30 y el calor me despierta nuevamente, salgo de la cama y enciendo mi ventilador, acá se llama abanico, y comienza a girar ese aire que a ratos es un poco cálida y no fría.

 Han pasado 8 días desde que llegue a Santa Marta, he conocido un poco la ciudad, pero aun no me acostumbro, solo falta acostumbrarme  al calor gigante que hay acá, a lo demás ya me he acostumbrado bastante, la comida, la gente, las costumbres, etc.

Ahora ya pasado el medio día, la lluvia cae sobre esta ciudad, pero el calor sigue aquí, es una alegría que llueva, amo la lluvia acá en santa marta, he aprendido a valorar lo que no valoraba allá en Chile, el agua para beber y el agua que cae sobre mi cuerpo, el cielo nublado, con el sol escondido, pero alumbrando de alguna parte, porque el calor sigue las 24 horas del dia, esta muy húmedo, demasiado...

27, 28, 29 Julio, conociendo

Ya conocía a dos mexicanos, con los cuales fuimos a la playa, la primera que conozco acá en santa marta, se llamaba playa bahía, y ya me gustaba, comprábamos cosas por su alrededor, y luego mis pies me pedían acariciar esa agua que luego me refrescaba.

 Santa Marta estaba de aniversario cumplía 487 años, y la gente ya celebrara al llegar la noche, bailaban y hacían concursos, era todo alegría, la gente es alegre.

En la noche conocía a una niña francesa que llegaba hace poco, y ya estábamos listas para salir a rumbear (en Chile se dice carretear"), la invitamos y nos dijo que iba con nosotras.Luego ya en el lugar de encuentro, conocíamos a gente colombiana, muy alegres, muy simpáticos, agradables, y yo bailaba música vallenato, mis pies seguían el ritmo de esa música, la noche era corta y ya a las 3 am cerraban los locales nocturnos, cogíamos un taxi y ya en la cama estaba , cansada y durmiendo.

25, 26 de Julio noche, mañana y tarde

Ya era otro día, ya estaba en mi habitación nueva, la que me acogerá por cuatro meses, la compartía con Jocelyn mi compañera de Chile, la cama me esperaba, se veía agradable, al lado había un ventilador, prendido ya estaba, porque ya el calor me pedía apretar el botón de encendido, y eso que ya era tarde, ya era de noche, me dormía, y pensaba en mi familia. 

A la mañana siguiente asistía a reunión  en la universidad, cada dia habían reuniones para saber como iba hacer el proceso de práctica acá en este país, paciencia.Por la tarde trataba de buscar internet para comunicarme con mis seres queridos, la encontraba y que alegría poder decirles lo bien que estaba, ellos sonreían, y la hora avanzaba rápido cada vez que hablaba con ellos.

Y se iba el día...

23 y 24 de julio, despegando

Un día 23, ya cuando me había despedido de la gente que mas quiero allá en mi país, comenzaba mi viaje, arribaba el avión con destino a Colombia, en el avión iba pensando en aquellos que ya quedaban atrás y en la distancia, ellos ya me extrañaban, yo solo los recordaba y pensaba en ellos.

El viaje fue largo, pero corto a la vez, un dolor de cabeza se apoderaba de mi, y ya cuando llegábamos a la primera parada; la capital de Colombia, Bogotá, ya no estaba en mi país, ya me había ido, y estaba en el aeropuerto, donde pasaría mi primera noche fuera de mi hogar, fue una noche fría, y extraña, logre cerrar mis ojos, cuando desperté arreglaba mis cosas y me tomaba un café, el típico café de Colombia, Juan Valdez, muy famoso acá en esta ciudad, junto con una dulce donuts y no estaba sola , estaba con mis dos compañeras de mi pais, ya era todo un poco mas fácil, ellas tomaban café junto a mi, conversábamos y reíamos.

Ya era el momento de ir a dejar las maletas,  e ir a ver el lugar del embarque, finalmente me esperaba la  ciudad de Santa Marta, ultimo destino. Subíamos a la avión, por fin tocaba ventana, miraria el cielo, lo miraba mientras ya despegaba, y ya cuando estábamos a metros de altura, todo era distinto, estaba literalmente en las nubes, y ese cielo azul que a ratos se tapaba por algodones blancos, y esa tierra que ya era pequeña desde arriba, todo era miniatura.

Cerraba mis ojos y el viaje ya terminaba, fue corto, y cuando toque la tierra de santa marta, un calor me asusta, casi me quitaba la respiración, ya extrañaba el frio de mi Chile, tomábamos el  taxi  con destino a la universidad del magdalena, ya todo era distinto, bienvenida a Santa Marta...